SociedadPlena inclusión Extremadura apuesta por un modelo de atención más humano y personalizado para personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental
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Plena inclusión Extremadura ha celebrado unas jornadas sobre la atención a personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental. Dos centenares de profesionales del ámbito sanitario, del área de salud mental del Servicio Extremeño de Salud (SES) y del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD) han participado en este foro especializado, orientado a consolidar un modelo más humano, integral y centrado en la persona.

En el acto de clausura, el presidente de Plena inclusión Extremadura, Pedro Calderón, insistió en la urgencia de transformar la manera en que la sociedad y los profesionales abordan la salud mental. Recalcó la necesidad de superar visiones ancladas en diagnósticos o protocolos rígidos para situar en el centro los deseos, proyectos de vida y circunstancias particulares de cada persona.

En su opinión, este cambio de enfoque resulta esencial para fomentar la autonomía, el reconocimiento de la individualidad y la participación social de las personas con discapacidad intelectual. En la misma línea, las jornadas subrayaron la importancia de la formación continua de los equipos profesionales como palanca para garantizar una atención verdaderamente personalizada; se insistió en aspectos como la comunicación accesible, el respeto a los tiempos personales, la comprensión de las necesidades específicas y el acompañamiento emocional.

Entre las reflexiones compartidas destacó la revisión del uso de la medicación desde una perspectiva responsable y adaptada a cada caso. Así, los expertos recalcaron que los tratamientos deben integrarse en planes globales de atención, y que cualquier intervención farmacológica ha de ir acompañada de apoyos adecuados y de un seguimiento cercano.

El enfoque que impulsa Plena inclusión Extremadura se centra en escuchar y acompañar, reconociendo las capacidades y fortalezas de cada individuo, con el objetivo de crear entornos verdaderamente inclusivos, en los que se valore la diversidad humana y se promueva la convivencia respetuosa.

Las sesiones incluyeron ponencias, mesas de trabajo e intercambios de experiencias y buenas prácticas, para fortalecer la coordinación entre los ámbitos sanitario y social. Los participantes coincidieron en la necesidad de consolidar una cooperación real entre servicios sociales, el sistema sanitario y los recursos de salud mental, para ofrecer respuestas coherentes y adecuadas a las distintas necesidades personales.

Este encuentro supone un paso firme hacia un sistema sociosanitario más sensible y humano, que contribuya a mejorar la calidad de vida, el bienestar y la inclusión de las personas con discapacidad intelectual y con problemas de salud mental, favoreciendo una sociedad más justa y empática.