SociedadLa ONCE apoya a 150 estudiantes ciegos en Extremadura en su regreso a las aulas
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La ONCE impulsa el modelo de educación inclusiva, de manera que prácticamente la totalidad de los 7.153 alumnos ciegos o con discapacidad visual que se incorporan a las aulas estos días en toda España lo hacen en centros ordinarios. De esta forma, siguen las mismas pautas y directrices que los compañeros sin discapacidad visual.

En Extremadura, 150 estudiantes ciegos o con discapacidad visual (99 en Badajoz y 51 en Cáceres) afrontan el comienzo del curso escolar con el apoyo de los equipos de atención educativa de la ONCE, que garantizan su inclusión educativa y social. En concreto, son 34 escolares en Educación Infantil; 39 en Educación Primaria; 16 en Educación Secundaria Obligatoria; ocho en Bachillerato; nueve en la Universidad; y 44 en otro tipo de enseñanzas.

Estos equipos específicos de atención educativa cuentan con maestros, tanto de la ONCE como de la Administración, especializados en discapacidad visual, que acuden a los centros educativos en los que se escolariza un alumno ciego o con baja visión para prestar su apoyo. También forman a la comunidad educativa en materia de discapacidad visual, asesoran al profesorado e intervienen directamente con los estudiantes en aspectos vinculados a su discapacidad.

Los equipos específicos de atención educativa de la ONCE también cuentan con psicólogos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación, instructores de tiflotecnología y braille, profesionales de la animación sociocultural o mediadores para el alumnado con sordoceguera, que contribuyen a su desarrollo integral y plena inclusión desde un planteamiento multidisciplinar. Además, trabajan con sus familias, un pilar clave en la educación.

Uno de los principales ámbitos de intervención de la ONCE en materia de educación es el apoyo en las áreas curriculares de especial dificultad. Se trata de materias que, por la dificultad que implica el acceso a sus contenidos o a sus recursos didácticos, deben ser abordadas de manera específica, destacando el aprendizaje de idiomas por su carácter eminentemente visual. Esto implica verbalizar todo lo que está ocurriendo y que llega por vía visual, o generar materiales adaptados para que el alumnado pueda seguir las clases con normalidad; además, se aborda la diferencia entre la pronunciación oral y la presentación gráfica de las palabras, así como la signografía braille específica en algunas lenguas.