El Orange Digital Center de Madrid ha acogido la octava edición de la jornada ‘Mujeres en el autismo’, promovida por la Federación Autismo Madrid en colaboración con la Fundación Orange
Bajo el lema ‘Violencias: una realidad silenciada’, la jornada ha puesto de manifiesto las múltiples formas de violencia a las que se enfrentan las mujeres autistas, a menudo invisibles para la sociedad.
Han asistido al encuentro mujeres autistas, familiares y profesionales, con el objetivo de arrojar luz sobre una problemática largamente ignorada. La jornada contó con la participación destacada del representantes del Grupo de Mujeres Autistas de Fundación Quinta y el Comité para la Promoción y Apoyo de la Mujer Autista, entre otras entidades de la red de Federación Autismo Madrid.
Los testimonios que se ofrecieron revelaron que las mujeres con autismo se enfrentan a formas de violencia que van desde la represión de estereotipos hasta la infantilización y la falta de credibilidad en sus experiencias. Además, se evidenció una mayor vulnerabilidad ante violencias institucionales, intrafamiliares, educativas, laborales y digitales. Por otra parte, se destacó el riesgo agravado para niñas y mujeres con discapacidad intelectual y gran dependencia. Finalmente, el impacto en la infancia y las familias fue un tema central, subrayando la urgencia de protocolos eficaces contra el acoso escolar.
Un dato alarmante que se destacó fue la práctica inexistencia de recursos especializados para mujeres con autismo víctimas de violencia. De hecho, esta brecha en la atención dificulta significativamente su acceso a la protección y el apoyo necesarios.
Durante la jornada se dio lectura al manifiesto ‘Soy mujer. Soy autista. Soy ciudadana’, que esencialmente demanda un diagnóstico temprano del autismo en mujeres, la adaptación y accesibilidad de los recursos de apoyo y una formación específica en autismo y género para profesionales.
Este encuentro ha permitido reivindicar que los derechos de las mujeres deben abarcar a todas, sin excepción. Además, se ha enfatizado la necesidad de desarrollar políticas y destinar recursos específicos para que las mujeres con autismo no queden al margen en la lucha contra la violencia de género.
La jornada no solo ha visibilizado una realidad silenciada, sino que también ha sentado las bases para un cambio significativo en la percepción y el tratamiento de las mujeres con autismo en nuestra sociedad.