SociedadEl braille vuelve a ser un aliado clave para la inclusión de 152 estudiantes ciegos en Extremadura
Foto: ONCE/Javier Regueros/Lola Alejandre

Más de 7.200 estudiantes con ceguera o discapacidad visual grave han iniciado el curso en toda España, 152 de ellos en Extremadura. El 99% lo hace en centros ordinarios, gracias al modelo inclusivo apoyado por los equipos de atención educativa de la ONCE, que garantizan que el alumnado siga el mismo currículo que el resto de sus compañeros.

El acceso a la lectoescritura constituye un pilar esencial para la educación inclusiva. En el caso de los alumnos que no pueden utilizar la vista, el braille se convierte en una herramienta imprescindible, que les permite leer, escribir y desarrollar sus estudios de manera autónoma. Este año, además, se cumplen 200 años de la creación de este sistema, ideado por Louis Braille en 1825, una efeméride que subraya su vigencia como código de acceso al conocimiento, la cultura y la igualdad de oportunidades.

En la actualidad, el braille no solo se emplea en la escuela, sino también en la vida diaria, ya que favorece la autonomía personal, la participación activa en la sociedad e incluso el acceso al ocio y la tecnología. El alumnado con ceguera total y buena parte de quienes tienen una discapacidad visual grave se apoyan en este código para afrontar desde sus tareas escolares hasta actividades cotidianas.

La ONCE facilita materiales adaptados a cada etapa educativa. Para ello, el Servicio Bibliográfico de la organización transcribe a braille todos los libros de texto y, cuando es necesario, produce mapas, gráficos y maquetas en relieve o en 3D. Los centros en los que estudian estos alumnos también incorporan señalización en braille para favorecer la movilidad autónoma. Para la iniciación, desde edades tempranas, se utiliza el método ‘Braitico’, que combina la vertiente manipulativa con un primer acercamiento a la tecnología.

Otro aspecto clave es la dotación tecnológica, ya que el braille está presente en dispositivos digitales, programas educativos y juegos accesibles. Su uso se complementa con actividades de sensibilización dirigidas al profesorado y al alumnado para integrar este sistema en la vida del centro al mismo nivel que la escritura en tinta.

El proceso educativo se apoya en más de 400 profesionales distribuidos en toda España, 11 de ellos en Extremadura. Estos equipos multidisciplinares están formados por maestros, psicólogos, trabajadores sociales, instructores de tecnología adaptada, técnicos de rehabilitación y mediadores para casos de sordoceguera. Todos trabajan de manera coordinada para garantizar tanto el aprendizaje como la plena inclusión social del alumnado y el acompañamiento de sus familias.

En Extremadura 31 estudiantes ciegos inician la Educación Infantil, 39 cursan Primaria, 20 están en Secundaria, tres en Bachillerato y seis en la universidad, mientras que el resto se reparten en otros niveles educativos. Por provincias, 97 corresponden a Badajoz y 55 a Cáceres.

Este curso escolar tiene el doble desafío de garantizar la integración educativa de miles de estudiantes y, al mismo tiempo, poner en valor la vigencia del braille como instrumento que, dos siglos después de su invención, continúa siendo fundamental para la inclusión y la igualdad de oportunidades.