La abogada pacense Sara Gamero es presidenta de la Asociación de Dislexia en Extremadura (Exadis) y de la Federación Española de Dislexia (Fedis), que comparten el objetivo de representar al colectivo de personas con dislexia y otras dificultades específicas del aprendizaje ante la Administración y entidades privadas.
También pretenden visibilizar este trastorno silencioso y las dificultades que estas personas experimentan en su vida diaria; atender a sus familiares, suponiendo un soporte de ayuda y asesoramiento; concienciar y sensibilizar a la sociedad en general sobre la dislexia; y organizar diversas actividades en beneficio del colectivo y sus familias.
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, de carácter hereditario, que se basa en un deterioro en la capacidad de reconocer palabras, lo que lleva a una alteración fonológica que impide la identificación de sonidos y símbolos, desembocando en una lectura lenta y una escasa comprensión.
Además, afecta a la memoria a corto plazo, haciendo que, en ocasiones, las personas tengan una psicomotricidad más lenta. Asimismo, un diagnóstico de dislexia suele estar asociado a otro trastorno cognitivo como el TDAH o el Asperger. No obstante, una persona con dislexia también puede llegar a desarrollar un coeficiente intelectual superior al resto, lo que va a hacer que intente ocultar sus capacidades para integrarse socialmente.
Sara Gamero explica que los niños con dislexia no aprenden al mismo ritmo que el resto, por lo que estima necesario implementar terapias para ayudarles, así como talleres de sensibilización para familias y profesores que les ayuden a comprenderlo.
Entre los avances que se van consiguiendo destacan la firma de un convenio con la Dirección General de Tráfico para adaptar el examen teórico del carnet de conducir; y de otro acuerdo con la Guardia Civil para atender adecuadamente a las personas que porten el denominado ‘Pasaporte DEA’, expedido por la Asociación Iberoamericana Dislexia y Familia, que certifica sus dificultades específicas de aprendizaje, de manera que se adapten a su capacidad protocolos como la lectura de derechos o la toma de declaraciones.
Por último, resalta que Extremadura es pionera en la consecución de medidas que ayudan a las personas con dislexia y a sus familias a hacerse un hueco en la sociedad.