Acaba de concluir en 35 localidades de Extremadura una nueva edición de los Espacios Educativos Saludables de Cruz Roja, que durante julio y agosto ha brindado a unos 1.100 niños un lugar estable en el que disfrutar de actividades educativas y de ocio.
Se trata de un programa concebido para fomentar la inclusión, el desarrollo personal y las habilidades prácticas en la vida diaria, además de contribuir a la conciliación laboral y familiar en la región.
A lo largo del verano, menores de 5 a 12 años, en su mayoría en situación de vulnerabilidad, han contado con apoyo escolar, acompañamiento, orientación, actividades lúdicas y deportivas, bajo la coordinación de un equipo multidisciplinar respaldado por la labor de 120 personas voluntarias de Cruz Roja, cuya implicación ha resultado clave para el éxito del proyecto, que se viene desarrollando en Extremadura desde hace más de una década, con la financiación de Consejería de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, y la colaboración de los respectivos ayuntamientos.
En un contexto donde más del 30% de los menores extremeños están en riesgo de pobreza o exclusión social según datos del Instituto Nacional de Estadística, estas acciones adquieren especial relevancia como herramienta de apoyo a las familias y de refuerzo educativo para los más pequeños.