La oficina de Caja Rural de Extremadura situada en el Paseo Condes de Barcelona de Badajoz ha experimentado recientemente una profunda transformación, alineada con la estrategia de modernización y renovación de imagen que la entidad está aplicando en toda su red de sucursales.
Esta reforma integral ha supuesto una actualización tanto estética como funcional, adaptando la oficina a los nuevos estándares de diseño corporativo y mejorando notablemente la experiencia de los usuarios que acuden a sus instalaciones.
El principal objetivo de estas obras ha sido doble: por un lado, reforzar la imagen de marca de Caja Rural de Extremadura, mostrando una entidad cercana, moderna y comprometida con la sociedad extremeña; por otro, avanzar decididamente en materia de accesibilidad, garantizando que todos los clientes, especialmente aquellos con movilidad reducida, puedan acceder y utilizar los servicios de la oficina en igualdad de condiciones.
Esta apuesta por la accesibilidad responde al compromiso de la entidad con la inclusión y la mejora continua de la atención al cliente, un valor que se refleja tanto en el diseño de los espacios físicos como en el desarrollo de soluciones digitales adaptadas a las necesidades de todos los usuarios.
Entre las principales mejoras implementadas destacan la eliminación de barreras arquitectónicas, la creación de un baño mixto accesible en la planta baja, la reubicación del punto de atención al cliente a una altura adecuada para personas en silla de ruedas y la optimización de la iluminación interior, todo ello pensado para facilitar la autonomía y el confort de los usuarios con movilidad reducida. Además, se ha renovado el mobiliario y se ha rediseñado el acceso principal, minimizando la diferencia de altura entre el exterior y el interior de la oficina, lo que permite un tránsito más fluido y seguro.
Esta remodelación se enmarca en la estrategia de Caja Rural de Extremadura para garantizar la accesibilidad digital en sus servicios bancarios, para lo cual también dota a sus oficinas de cajeros de última generación que permiten realizar operaciones bancarias diversas, no sólo retirada de efectivo.
Además se contempla su instalación en ubicaciones favorables al usuario, donde la incidencia del sol o inclemencias climatológicas influyan lo menos posible, y siempre cumpliendo la norma de accesibilidad relativa a la altura de estos elementos para que una persona con movilidad reducida o en silla de ruedas pueda operar con estos dispositivos.
Por otra parte, estas actuaciones forman parte de una política más amplia de Caja Rural de Extremadura, que apuesta por la cercanía y la rentabilidad social, manteniendo y ampliando su red de oficinas en la región a pesar de la tendencia generalizada de cierre en el sector bancario. Así, la entidad refuerza su compromiso con la comunidad extremeña, ofreciendo servicios accesibles y de calidad a sus más de 148.000 clientes, y consolidándose como un referente en la lucha contra la exclusión financiera y la promoción de la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios bancarios.