AsociacionesLa Coalición de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad presenta una guía para mejorar el entorno laboral de los enfermos
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La Coalición Nacional de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad (Confesq) ha presentado en Madrid una publicación de carácter innovador que recoge estrategias de adaptación ambiental específicamente diseñadas para el contexto laboral.

Se trata de la primera herramienta a nivel nacional que contempla orientaciones técnicas, sanitarias y administrativas para adecuar espacios de trabajo a las necesidades particulares de quienes padecen estas enfermedades aún poco reconocidas socialmente.

El documento, titulado ‘Libro verde: Adaptación del puesto de trabajo para personas con SQM y/o EHS’ ha recibido financiación de Fundación ONCE y la colaboración de Cocemfe, Eqsds y SFC-SQM Madrid. En su presentación participaron la presidenta de Confesq, María López Matallana; los autores, Pilar Muñoz-Calero, Paloma Torres, Isabel Díez, Miguel Arenas, Inmaculada Sanz, Juan Antonio Rivera y Rocío Aparicio; la secretaria general de Fundación ONCE, Virginia Carcedo; y, en representación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Laura Sánchez Beltrán.

En su intervención, María López Matallana explicó que la guía ha sido desarrollada para posibilitar que las empresas efectúen transformaciones en sus espacios de trabajo capaces de superar obstáculos ambientales que, aunque no resultan evidentes a primera vista, implican limitaciones muy considerables para un número de personas mayor que el que se pueda imaginar. Señaló además que sus recomendaciones trascienden el ámbito laboral y pueden trasladarse a instituciones educativas de todos los niveles, centros sanitarios, espacios sociales, archivos públicos y otros lugares de interacción colectiva. Concluyó expresando su confianza en que este material facilite el acceso a nuevos entornos y colectivos, dado que introducir cambios razonables para eliminar obstáculos ambientales no requiere de procesos excesivamente complejos.

Por su parte, Virginia Carcedo recordó que estas condiciones constituyen ejemplos de discapacidades incipientes que permanecen escasamente identificadas y que generan desafíos significativos en dimensiones legislativas, comunitarias y ocupacionales. Añadió que durante extensos períodos de tiempo, personas con estos diagnósticos han experimentado vulneraciones en sus derechos relacionados con la esfera laboral.

Se estima que más de 100.000 personas podrían padecer estos síndromes en España y que carecen de herramientas y espacios seguros para desempeñar actividades productivas. La sensibilidad química múltiple y la electrohipersensibilidad generan limitaciones derivadas del contacto con agentes presentes en el entorno cotidiano que provocan pérdida de funcionalidades orgánicas. Los síntomas emergen ante exposiciones que otras personas toleran sin afección, incluyendo sustancias químicas de uso común como solventes, productos de aseo, perfumes, herbicidas, así como radiación electromagnética procedente de dispositivos tecnológicos. El mecanismo terapéutico central consiste en evitar encuentros con factores desencadenantes mediante supervisión rigurosa de los entornos de residencia, labor, educación y ocio.

Este control ambiental demanda alteraciones en rutinas, una selección exhaustiva de productos para el consumo, la transformación de espacios físicos y modificaciones en hábitos cotidianos. Sin embargo, múltiples agentes están presentes en contextos fuera del dominio particular de estas personas, lo que complica considerablemente su acceso a servicios fundamentales, espacios de trabajo, centros de formación y lugares públicos ordinarios.

La ausencia de reconocimiento social y profesional agrava la situación, mientras que un escaso conocimiento sanitario y colectivo respecto a estas condiciones genera dinámicas de rechazo y estigmatización hacia quienes las padecen, reduciendo sus posibilidades de insertarse y mantenerse en el mercado laboral. Así, diversos estudios en el ámbito laboral han documentado que el desempleo y el aislamiento social resultan consecuencias recurrentes de la falta de medidas que aseguren la eliminación de obstáculos ambientales y la implementación de disposiciones que consideren como razonables las adaptaciones solicitadas.

El Libro verde integra propuestas basadas en evidencia científica, argumentaciones jurídicas, especificaciones técnicas y relatos de experiencias vividas. La publicación detalla modificaciones como la renovación del aire, la supresión de sustancias químicas irritantes, la adecuación de mobiliario y equipamiento, la atenuación o neutralización de campos electromagnéticos, la reorganización de tareas según las capacidades momentáneas, la variación de horarios laborales y el suministro de dispositivos que reduzcan la exposición a factores nocivos. Asimismo, documenta situaciones concretas de individuos que han logrado mantener sus ocupaciones profesionales mediante la implementación de algunas adaptaciones, evidenciando que la inclusión de estas personas en espacios laborales constituye un objetivo alcanzable más que un impedimento infranqueable.

La presentación de esta publicación representa un paso significativo hacia el reconocimiento de derechos fundamentales en empleo, educación, salud y vivienda, campos en los que las personas con sensibilidad química múltiple y electrohipersensibilidad se enfrentan a barreras sistemáticas que limitan sus posibilidades de participación plena en la vida económica, académica y comunitaria.

La Coalición nacional Confesq surge como respuesta a una demanda de colectivos afectados que han permanecido invisibilizados en decisiones públicas y privadas. La organización representa directamente a más de 15.000 personas junto con sus entornos familiares a través de sus asociaciones afiliadas, constituyéndose en representante legítimo de intereses colectivos a nivel nacional e internacional desde su fundación hace dos décadas.